En 42 días pasó de ver la primavera de 2012 a ser pasto de las llamas.
Es uno de los pocos robles que quedaban por no decir el único estaba en el puente de cierva viendo el tiempo pasar y recordando que muchos años atrás habían cientos como el.
No se si habrá mas pero para mi ha sido el único testigo que he conocido.
Siempre he parado a contemplar al quercus para ver si gozaba de buena salud, ahora no queda mas remedio que suplantarlo por otro, lo buscaré y lo remplazaré, porque no puede ser de otra manera.
Había aguantado dos incendios mas uno a tan solo 20 metros de el, ahora son los que le han sobrado para quemarse.